Rebelión
sus paradigmas
II
Ante la indignante actitud de
arrogancia que caracteriza a los gobiernos y autoridades, sumamos la
indiferencia ante el caos por parte de mucha gente que permanece ensimismada en
el soliloquio eterno. Apática ante la necesidad de transformación toral y
decidida, ¿la sociedad puede empezar a poner su atención en su propia vida?
Vivimos tiempos violentos y de
eso no hay duda, pues la violencia se proyecta en y desde diversos ámbitos y
trasciende ya la comodidad de los hogares: hemos dejado a los gobiernos hacer a
su libre antojo leyes arbitrarias y fungir como capataces de su pueblo.
También hemos permitido que las
grandes corporaciones se aglutinen a defender lo que consideran sus derechos
registrados pasándose por alto el bienestar común e ignorando las variantes de
un sistema económico que podría apostar por la apertura y el acceso a toda
clase de contenidos, pues vivimos en un mundo que requiere información,
opciones y formación continua y permanente, sólida y comprometida con la
dignidad del ser humano.
Ante la contingencia surgida en
los Estados Unidos a partir de la llamada ley SOPA y en México a partir de la
llamada Ley Döring, habrá que establecer varios mecanismos de solución más que
de confrontación, pues hay un punto que no hemos querido observar: estas leyes
unilaterales y que vigilan los intereses de unos cuántos, podrán desencadenar
beneficios coyunturales a la humanidad cibernauta siempre y cuándo ésta
comunidad sea capaz de ponerse a trabajar más allá del hackeo, el boicot, la
denuncia y el crack de contenidos, es decir, lo que podría suceder es que se
detonara la creatividad y se traspasaran las fronteras de la colaboración,
generando más colectivos internacionales que funcionando como tales o como
cooperativas, colaboraran los unos con los otros intercambiando contenidos de
producción original, así como informaciones y gestando sus propios recursos,
considerando que el auto consumo es una vertiente de financiación libre y
voluntaria. Esto es un sistema que no es nuevo en el mundo -un ejemplo de ello lo puede ser AWAKE, en
España- pero que sería conveniente retomar una vez que hemos señalado con
puntualidad que las grandes corporaciones jamás cuidarán del 99% que los ha
hecho ricos, y ésta es una respuesta factible a esos faraones de la
desigualdad.
La generación de redes es
fundamental no sólo para aglutinar nombres que se quedan “colgados” en las
listas de seguidores de nuestra social
network sino para incentivar el compromiso tanto de usuarios como de amigos
y esta labor se extienda hacia el mundo fuera de la Internet y que es hacia
quienes debemos trabajar, aportándoles consciencia a través de la información,
no de la manipulación.
El trabajo de todos los
movimientos sociales está realmente comenzando y deben plantearse a sí mismos,
a nivel internacional, nacional y local, la necesidad de extender sus vínculos
de colaboración de los unos con los otros, pero además activar estrategias que
accionen el capital humano conectado en casa o guardado en su comodidad:
participando en la red y saliendo a las calles.